lunes, 15 de marzo de 2010

Mantenimiento de bielas y platos

Uno de los componentes mas caros es la biela y los platos, es por lo que debemos prestar especial atencion al cuidado y mantenimiento de los mismos ya que repercutirá positivamente en nuestra economía. Debemos saber que los platos de aluminio se desgastan con relativa facilidad. La principal causa del desgaste se debe a la acumulación de de tierra y polvo entre la cadena y coronas, esta masa que forma la tierra con la grasa de la cadena actúa a modo de esmerillador. Si nos esforzamos en mantener limpios estos componentes alargaremos notablemente la vida de los platos.

Suele ser con gasolina y una brocha la forma mas habitual de limpiar la cadena pero, tras probar diversos trucos caseros que hemos visto por ahí lo que más nos ha gustado para llevar a cabo esta tarea ha sido la vaporeta doméstica. Es cierto, no hay grasa o barro que se resista a un chorro de vapor de agua a presión.



Si tus rutas son habitualmente por senderos trialeros tarde o temprano tendrás la mala suerte de rozar con el plato grande en alguna piedra, deteriorando alguno de sus dientes. Una vez hecho el daño y antes de pasar por el taller podremos intentar arreglalo, con la ayuda de una lima y con algo de paciencia puedes rectificar el diente dañado y continuar utilizando este plato con normalidad. Hemos comprobado que, aún faltandole varios dientes, un plato funciona perfectamente.

Si por el contrario te sueles mover frecuentemente por zonas de alta concentración de barro es posible que el plato pequeño te dure realmente poco. Llegado el momento de cambiarlo te recomendamos en este caso que compres uno de acero; verás como este dura más tiempo y no te molestarán esos gramos de diferencia de peso.

Es frecuente encontrar algunas bielas, sobre todo en bicicletas nuevas, que crujen a cada pedalada. Es muy aconsejable que antes de optar por apretarlas "a lo bestia" intentemos una solución mas elegante como es la de aplicarles grasa consistente entre la biela y las caras del eje de pedalier. La grasa ademas de suavizar el contacto de los dos elementos se encarga de rellenar los poros que pudiera haber entre los mismos mejorando la union.

Es frecuente encontrarte con que el fabricante de tus bielas tuvo la feliz idea de pintarlas de color negro, resultando que a las pocas salidas de los roces con las piedras en las trialeras o con las ramas estarán irremediablemente arañadas dándole a la bicicleta un aspecto de madurez prematura. Siempre las puedes volver a pintar pero, al poco tiempo, volverán a lucir los mismos arañazos. La solución definitiva que te proponemos es pulirlas, debemos actuar de la siguiente forma:


  • Desmontamos bielas, platos y pedales. A continuación las embadurnamos con decapante (quitapinturas) en pasta. Tras 15 minutos de espera la primera capa de pintura se habrá debilitado, con un trapo trataremos de retirar el máximo de pintura posible. Con la biela seca cada vez, volvemos a dar varias capas hasta conseguir quitar el máximo de pintura posible, no perdamos la paciencia porque es sabido que no es fácil retirar esta pintura debido a que han sido esmaltadas al fuego en fábrica.
  • Para retirar la última pintura podemos utilizar un talador eléctrico con una grata (disco de devastar con pelos metálicos). Debemos ser cuidadosos con ésta herramienta para no arañar irreversiblemente las bielas.
  • Cuando finalmente haya desaparecido toda la pintura comenzaremos el pulido a fondo utilizando primero lija de agua, esta operacion la debemos realizar en un barreño con agua o bajo el grifo, tras éste primer paso debastando el material contianuaremos puliendo con estropajo de aluminio. En poco más de una hora puedes conseguir unos resultados espectaculares. Los nuevoa arañazos que vuelvan a salir los harás desaparecer con estropajo de aluminio.

Cuando decides quitar los pedales si ésto no lo has hecho en mucho tiempo, puede que encuentres tanta dificultad como si estuvieran soldados, llegando a ser muy difícil hacer girar el eje. Como primer intento te recomendamos que pruebes a rociar parte de la rosca con aceite de aerosol (3 en 1 o similar) que es el que mejor penetra; a continuación calentarás la biela (con un secador de pelo o tambien rociándola de alcohol y prendiéndola) para conseguir una pequeña dilatacion del material que te permita poder girar la primera vuelta del eje.


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